jueves, 17 de abril de 2014

Den





 No recuerdo muy bien como era todo antes, pero lo poco que recuerdo es tan vívido y real como si hubiese ocurrido hace un minuto. Es difícil poder olvidar. Muy difícil. Diría que es hasta imposible, sobretodo cuando es lo único que me queda. Hacía sol. Sí. Hacía muchísimo sol, y me costaba mirar sin entrecerrar algo los ojos. Tenía un juguete en la mano. Uno de plástico. Los demás niños también tenían juguetes, palas, cubos. La fina tierra manchándolo todo. Un niño se tiró por el tobogán. Pero éste ardía. Lo sé porque yo me había tirado antes. La palma de su mano enrojeció, y el contuvo un llanto. Su madre no se dio cuenta. Nadie. Fue imperceptible. Él debió olvidar el dolor, porque continuó jugando con una sonrisa imborrable en aquel rostro inolvidable. Me acerqué. Quería pedirle aquel rastrillo verde lima que tenía al lado. Le di un leve toque en el hombro, para llamar su atención. Se giró hacía mí distraído y me dio el juguete. Cogí aquel trozo de plástico de su mano. Nuestras pieles se rozaron, y percibí su palma de fina piel enrojecida prácticamente incandescente. Una milésima de segundo. Mi mano contra la suya. Frío. Estaba desconcertada. Una fina capa de escarcha cubrió nuestros brazos unidos por un pequeño trozo de piel. Su mano ya no estaba roja. Y yo no sabía nada. El niño sonrió más aún, con alivio en el semblante. Lo que había ocurrido era inquietante. Sumamente inquietante. Salí corriendo dejando caer el rastrillo y me apresuré a subir al columpio en un intento de olvidar lo que acababa de ocurrir. Fue inútil, ya que el niño vino corriendo hacia mí.
  -Gracias.- dijo el niño- Ya no me quema la mano. ¿Eres una hada?
La ingenuidad de sus palabras ahora me resulta lacerante.
 -No. Yo no he hecho nada.
 -Sí. Lo he visto. ¡Ha sido muy chulo! Todo se ha llenado de hielo. Como el de los granizados.-nos pusimos a reír con la comparación.
 -¿Cómo te llamas?- inquirí
 -Den. Bueno, me llamo Dennis pero es muy feo.
 -A mi me gusta.
 -¿Y tú como te llamas?- dijo él.
 -Yo me llamo...
Nunca pude decir mi nombre. Su madre lo cogió en brazos y se lo llevó del parque murmurando algo de una fiesta de cumpleaños. Mi nombre se quedó colgando en el aire. Es lo único que no he recordado.
Pensar donde puede que esté Den ahora me llena de un terror infinito y primitivo. Su dulce sonrisa, éso seguro que aún no ha cambiado. Lo encontraré. Sí, lo encontraré.




You've got the music in you, don't you?




El otro día salió West Coast, de Lana Del Rey, el primer adelanto de Ultraviolence. Como el anterior disco me había gustado bastante, tenía ganas de escucharla. 


West Coast- Lana Del Rey

En la primera escucha se me hizo muy rara, desordenada y algo floja. A la siguiente, me empezó a cuadrar más, hasta que finalmente me encantó. Es lo que se dice un grower en toda regla. La instrumentación bastante más guitarrera, con ausencia de los almibarados violines de sus anteriores canciones, es de lo mejor de la canción, con una producción algo psicodélica- ése ruido agudo al final de la canción. Las estrofas son completamente setenteras, contundentes, buenas, y cuando ocurren los estribillos el ritmo se ralentiza de golpe, hacia uno mucho más lento y fantasmal, etéreo, constituyendo así una canción con dos caras, una más suave y evocadora y otra, la que prefiero, mucho más roquera. Acaba resultando una de las mejores canciones de Lana. Espero que Ultraviolence siga en la misma línea.



Reseña: Trono De Cristal/ Sarah J. Maas


Sinopsis: Tras un año de trabajos forzados en las minas de sal, la joven asesina Celaena Sardothien ha sido convocada por el príncipe del Reino de Endovier. Celaena no ha acudido con la intención de acabar con la vida del príncipe, sino con el deseo de conquistar su libertad. Si vence a veintitrés asesinos, ladrones y guerreros en una competición a vida o muerte, será liberada de prisión para ejercer como campeona real. El príncipe la aconsejará. El capitán de la guardia la protegerá. Pero algo maligno se esconde en el palacio de cristal, y está allí para matar. Mientras sus competidores van muriendo uno a uno, la lucha de Celaena por conquistar su libertad se convierte en una lucha por sobrevivir y en una incesante búsqueda del origen del mal antes de que destruya el mundo.
Opinión personal: Este libro me había llamado la atención desde largo tiempo atrás. La fantasía siempre me ha atraído, y si encima le añadimos una sinopsis prometedora y una portada, si bien no de lo más elaborado o bonito que he visto, sencilla y original, para mí era un must leerlo.
La historia se desarrolla en un mundo de fantasía donde un rey tiránico intenta acabar con la magia, y conquistar todos los reinos. De éste no sabemos mucha cosa, solo leves pinceladas de sus intenciones, y que vive en un palacio de cristal. Los elementos de fantasía en un principio son muy leves, prácticamente pasam desapercibidos, pero a medida que va avanzando la trama se van desvelando misterios y hechos llenos de un componente fantástico de lo más atrayente. La ambientación es de lo más atractiva, a pesar de no haber mucha información sobre la situación de los reinos, siendo a veces un poco confuso el hecho de los nombres.
Celaena, la protagonista, es todo un misterio. Se nos da información sobre su pasado con cuentagotas, siempre dejándonos con ganas de más. Aunque al final ha resultado un personaje que me ha gustado bastante, al principio parecía la típica Mary Sue, con todo el mundo diciendo lo poderosa asesina que es y lo inquietante que es su presencia mientras ella se preocupa por lo bonito que es el vestido que lleva. Afortunadamente se va desarrollando su personalidad y va demostrando que más o menos es cierto lo que dicen de ella. Como he dicho antes, su borroso pasado y las pequeñas pistas que nos dan, la convierten en un personaje más atractivo aún. Porqué se hizo asesina, qué hizo para acabar en Endovier, el terror inexplicable que le infunde el rey. Es un puzzle incompleto pero interesante de montar. Espero que en las posteriores entregas, Crown Of Midnight y Heir Of Fire, profundicen en ella. Es que te deja en vilo.
Hay intento de triángulo amoroso, pero queda reducido a un coqueteo por aquí, un besito por allá, y resulta secundario en la historia. Dorian y Chaol son los dos sujetos de la cuestión por los que la asesina dudará. Dorian es un príncipe descontento por la manera de reinar de su padre, al que no le gusta ninguna de las damas de la corte. Parece el típico personaje arrogante. Nada más lejos de la realidad, resulta ser bastante dulce, pero algo desdibujado. Chaol forma parte de la guardia real, y es un opuesto al príncipe. Es misterioso, pero cae bien. 
Hay muchos personajes secundarios, pero el que más me ha gustado ha sido Nehemia, la princesa de Ellywe. Es un personaje completamente bien construido, dibujado, en absoluto plano.
El tema de las pruebas es llamativo, y lo que transcurre entre ellas también. No son duelos a muerte como puede sugerir la sinopsis, si no cosas al estilo disparar en dianas, escalar muros y identificar venenos, con poca chicha. No voy a dar muchos spoilers, pero hacia el final una de estas pruebas llegó a dejarme inquieta, con la carne de gallina. El misterio es muy predecible, y a pesar de que se sepa más o menos quién o qué es el causante, el "camino" que se hace para llegar hasta el desenlace se hace disfrutar.
Uno de los aspectos que más me han chirriado del libro han sido los vestidos y sus descripciones. Vamos a ver, en medio de una escena de tensión una descripción de la tonalidad de un vestido y la manera en que combina maravillosamente con un accesorio que le va como un guante a Celaena sobra un poco.
En conclusión, este libro es una historia de fantasía bastante completa, llena de misterios que solo la hacen mejor aún, a pesar de los defectos que pueda tener.
Valoración: 8'75/ 10
Lo mejor: el misterio, la fantasía, la ambientación, Celaena
Lo peor: tanta descripción de vestidos y demás detalles por el estilo.