Otra vez

Intenté empezar de nuevo. Una nueva vida. Otra mirada, despertando en un lugar diferente por las mañanas. Fue aquel hecho que viví el que me hizo metamorfosear en otra identidad. Aunque en el fondo, a pesar de los nuevos propósitos, las diferentes experiencias y vivir en una nueva piel, sigo siendo la misma persona. No recuerdo muy bien cómo sucedió. Quizá fuese la confusión que me corroía, la falta de un punto fijo en mi vida. Pero al entrar en ésa habitación, cambió todo mundo, y yo con él.

Por aquel entonces todo estaba del revés. Me miraba en el espejo al despertar y una ráfaga de imágenes se hospedaba en mi cabeza durante una fracción de segundo, decisiva. No me sentía a gusto. Soñaba demasiado. Y decir demasiado es quedarse corto. Fantaseaba en exceso con una vida que no podía vivir, con cosas que no podía tener- cosas que tomaba por los estándares de la satisfacción, la cumbre de la existencia. Revistas proclamando piscinas de zafiro, vestidos de seda que costaban cómo mínimo el doble de todo el dinero que jamás tendría y unas celebraciones ornamentadas con oro y caras retocadas a gusto de su mente y de la sociedad. Sí, éso quería. Fama. Por culpa de ése capricho, reproché mi mundo rutinario. Sin darme cuenta, les permití establecerse en mi alma. Usaba altos tacones, caminaba con un derroche de teatralidad. Ocultaba mi rostro tras capas de mentira. Porque en éso vivía: en un engaño. Jugaba con mis gafas de sol, quería asemejarme a una diva. Vendí mi realidad a las manos de gente ajena, que un día decidió que la felicidad se trataba de éso. De opulencia y pesadillas.

Entonces, cuando tropecé y caí de bruces al suelo marmóreo, mi "sueño" vio su realización. ¿Por qué me tuve que acercar? La extraña imagen llamó mi atención. No sé que era, pero mi memoria no muestra nada más que una espiral de sombras. Mejor que sea así. Fuera cómo fuere, me acerqué, y la toqué. Y la electricidad sacudió mi cuerpo. Sentí la euforia atravesándome la piel. Entonces caí inconsciente. Cuando desperté, lo hice en otra ciudad. En un oscuro sótano, tumbada en el suelo. La razón de cómo llegué allí es un misterio, pero mi cuerpo era distinto. En mi mano tenía un carné de identidad y una cartera, y ante mis ojos un espejo con la palabra "Vive" escrita en mayúsculas con pintalabios. Hice caso.

Desde entonces, todo ha sucedido muy deprisa, y conseguí lo que antaño me propuse, en nombre de mi antiguo yo. Pero no lo disfruté. ¿Qué será de mi anterior identidad? Lo desconozco. Pero aquel día que toqué la oscuridad, mi vida se partió en dos. 

Marchándo una de imágenes: Random

I've loved and I've lost

Aquí venimos de nuevo, con más música. Ahora sí que es otoño de verdad, (no cómo en agosto), y el frío ya deambula por el aire, dejando el calor, tan próximo, cómo a un recuerdo lejano y remoto que parece no haber existido.

Re-descubrimientos, clásicos. Revoltijo de canciones sin aparente relación entre sí.

                                     

Drake- Take Care (feat. Rihanna)

Ésta colaboración resulta una combinación bien hecha. Está cuidada, con un deje prácticamente elegante pulido, dulce, que se deja traslucir en los coros calmados y relajados, la sutil instrumentación y unas estrofas de rap suave que no saturan, ni resultan agresivas porque poco a poco se tornan medio cantadas. Es sensible, tiene gracia. El vídeo también es diferente, rodado con escenas monocromáticas, planos de la naturaleza, sin artificios. El conjunto destila una dualidad entre esperanza y tristeza, delicadeza.

                                      

Marina and the Diamonds- Radioactive

Electra Heart parece ser un disco con una base conceptual bastante interesante. Unos arquetipos de mujer (Primadonna, Teen Idle, Su-Barbie-A, Homewrecker) que en realidad son las personalidades alternativas de un mismo personaje; Electra Heart. Es una historia explicada a través de las distintas canciones y vídeos, cada uno acorde a la personalidad del personaje. Algunos transmiten una melancolía fantasmal, etérea y onírica, cómo la cruda Teen Idle, y otras son mucho más comerciales, edulcoradas y bailables, cómo Primadonna. De todo el disco, ésta, Radioactive, es una destacada. Electrónica diferente y agradable. El vídeo es... Curioso. Una pareja que comete locuras. La parte del desierto está bien, porque las puestas de sol simplemente me encantan... La crítica del disco llegará aquí algún día.

                                     

Dire Straits- Sultans Of Swing

Classic time! Ésta vez con Dire Straits. Tienen un sonido propio muy bueno. Y ésta canción resulta sin lugar a dudas un clásico de la banda, de los ochenta, del rock y de la música. Una guitarra perfectamente tocada, que parece hablar por sí sola, se desenvuelve en uno de los mejores solos de guitarra eléctrica de la historia. La parte cantada la acompaña formando un solo ente. Porque no he oído jamás otra guitarra tocada de ésta manera. Bueno, sí, en más canciones suyas. Los discos de Brothers In Arms, Communiqué... Country-rock, rock-jazz... El rock es lo básico.

Ahora las novedades...

El Roar de Katy Perry ha sido seguido por dos canciones más. Dark Horse y Walking On Air. Ambas distan mucho de llegar a ser cómo las de Teenage Dream. Resultan pegadizas, pero muy genéricas. Las del disco anterior tenían un encanto que éstas no tienen. 

Para la banda sonora de En Llamas, también ha contribuido Sia. Con Elastic Heart. Es una canción dinámica, de supervivencia, muy resultona. La banda sonora también contará con las colaboraciones de Ellie Goulding, Imagine Dragons, The Lumineers, Christina Aguilera y Coldplay. 

That's all, folks!