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miércoles, 28 de mayo de 2014

Firmamento



Una gran esfera negra ocupaba el cielo. El temible astro tapaba el sol, y todo se encontraría en oscuridad absoluta de no ser por la luz azul que emanaba. El terreno, seco, sin vegetación, presentaba grutas, barrancos y cráteres de gran tamaño, inundados en temibles cruces de luces y sombras. Ni siquiera parecía un paisaje de la tierra misma. Parecía propio de una época mucho más anterior, remota, o al más lejano tiempo futuro que se daba de la mano con el infinito y la trascendencia.
Avancé, hipnotizada, hacía el extraño astro. Sin tener posesión de mis propios impulsos, extendí los brazos hacia arriba, como si quisiese acunar la esfera con las manos. No recuerdo muy bien lo que ocurrió después de ese gesto, mis recuerdos cubiertos de una bruma se hayan, pero sé que la esfera respondió a mi gesto- o bien descendiendo, o expandiéndose hasta la superficie terrestre, no lo sé- pero de lo que sí tengo una gran certeza, puesto que recuerdo con perfecta nitidez, esta vez sí, es que acabé en el centro del astro, o ser...
Allí dentro todo parecía incorpóreo, como el humo o la luz. Me pareció ver una silueta humana entre la neblina. Todo era tan misterioso y primitivo, pero a la vez tan obvio y intenso, que sentí como si huviese estado predestinada a esa situación desde antes de que la conciencia fuese existente. Qué terror sentía. Qué gran incertidumbre. Pero a la vez sentía una especie de atracción desinteresada, una seducción sobrehumana.
Un gran brazo surgió del techo -si es que se podía llamar así- y descendió poco a poco hasta mi posición. Era irisado: era de un color constantemente cambiante, desde el verde hasta el rosa pasando por el azul o el amarillo. Su gran mano de largos y flexibles dedos se abría a medida que se aproximaba a mi. Uno de ellos me tocó la frente, y me sentí desfallecer. Sin embargo, estaba más despierta que nunca. Notaba cómo se me dilataban las pupilas, se me aceleraba el corazón y la adrenalina se me inyectaba en las venas. De repente, sentí como me transformaba en un ente no humano. Una brisa alada. Poco a poco veía mi cuerpo más y más lejos, cautivo en la sobrenatural mano. 
Entonces vi el firmamento. Flotaba entre los maravillosos planetas. La luna y el sol más cercanos que nunca. Un gran destello de luz, un salto. Un gran corazón latente en medio del vacío. Descendí y ví unos extraños seres indescriptibles flotando plácidamente en aguas rojizas. Otros en cambio, salpicaban rabiosamente, zambulléndose en el insólito mar. Volé velozmente por encima de éste y llegué a una isla rocosa. Las rocas, afiladas, estaban cubiertas de una magnífica y exuberante vegetación selvática. En medio de la isla había una montaña. De la cima surgía una cascada. El agua también era roja. Y, justo antes de la vertiginosa caída acuática, yacía una colosal escultura de apariencia espectral. En una plataforma había una gran copa de obsidiana. Su líquido, casualmente también era rojo. Del mar ví emerger una gran cabeza de color magenta, sin mirada, que se bebía el mar de extrañas aguas, mientras los grotescos seres se deshacían en adoraciones, reverencias y halagos. Estos también fueron absorbidos por el gran monstruo, que se sumergió en los abismos.
Entonces lo comprendí todo. Un sádico culto a escala cósmica. Cada gota absorbida por ellos, se vertía a esa copa de la montaña, para abocarse al mar y alimentar al terrible ser del que eran esclavos.Quería gritar... Pero no tenía mi cuerpo. El corazón se me habría acelerado, de haberlo tenido allí. 
El mundo, había dejado de ser mundo.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Travesando el río


                                           


El agua del río está fría, muy fría. Me entumece los pies hasta el punto en que noto más las piedras debajo de ellos que los pies en sí. No doy ni un paso más. Huele fresco, nada que ver con el espeso aire de la ciudad. No hay ruido. Todo está en absoluto silencio. Hasta los pájaros parecen haber enmudecido ante el bello panorama. Pero, ahora que lo pienso, deben de estar acostumbrados. Me agacho lentamente para poder tocar el agua con las manos. Cristalina, congelada. Cae entre los dedos, para volver a su cauce. Vuelvo a coger un poco más, y me mojo la cara, los brazos y la nuca. Sé perfectamente a la baja temperatura que está, pero no me puedo resistir. Me lanzo al agua. Está tan y tan, pero tan fría, que ni lo noto. Mejor. Doy una brazada, y después otra, hasta cruzar el río. En la otra orilla, hace más sol, pero en esta hay una fresca penumbra. Me estiro sobre el tierno césped, y cierro los ojos. Todo está tan lejos de mí ahora...  Pero no tenía otra opción. Aunque el sol es el mismo en todos los lados. Mientras lo observo, pienso en que todo lo que atrás ha quedado también está bajo él ahora. Su mismo disco luminoso, el mismo halo cegador. Es la misma luz para todo el mundo. Me imagino a alguien de una época y lugar remotos, observando el mismo sol que ahora estoy observando. Cierro los ojos, cansados y doloridos de tanto mirar el sol. Y me duermo. Pero hay cosas que han quedado atrás, con sol o sin él, y la distancia se alarga con cada segundo que pasa. Porque en un segundo pueden cambiar un millón de cosas. Cuando vuelva, me pregunto si todo será igual. El sol brilla, y lo veo a través de mis párpados. ¿Puede travesar la espesa y sombría niebla que se ha depositado sobre mí? No sé ni siquiera si estoy aquí. Ni siquiera sé si soy yo. Cómo dije, son muchas las cosas que atrás han quedado...


martes, 27 de agosto de 2013

Forgotten/ Cat Patrick


Autora: Cat Parick
Título: Forgotten
Editorial: La Galera
Sinopsis: Mis recuerdos- los buenos, los tristes, los malos- todavía no han sucedido. Recordaré que estoy sobre el césped acabado de cortar, rodeada de figuras vestidas de negro y quietas como estatuas, hasta que esta imagen sea real. Recordaré el funeral hasta que alguien muera y sea verdad.
Y entonces lo olvidaré.
Ahora os hablo de mí: Puedo ver el futuro, pero mi pasado está en blanco. Veo el futuro en imágenes fugaces, recuerdo la ropa que llevaré mañana y también un accidente de coche que pasará esta tarde. Pero el ayer se ha borrado de mi cabeza, junto el chico que amo. Le veo en mi futuro, pero no en mi pasado. Y ahora le amo. Y deseo con todas mis fuerzas no olvidar cuánto le amo.
Opinión personal: Partiendo de su premisa bastante original, decidí leerme éste libro. Olvidar el pasado y recordar el futuro... No se veía muy tópico. Y si encima se le añade lo de las visiones inquietantes... Tentada, lo empecé. Las primeras páginas son una gran decepción. Un desfile de tópicos desgastados y reutilizados hasta la saciedad. Típico instituto con típicas animadoras populares y con mala baba, chica rara y apartada... Y el típico enamoramiento fugaz de turno. Qué desesperante. Después llega la amiga del alma, Jamie, que es bastante promiscua, en contraste con la sencilla y tímida protagonista. Casi me dan ganas de  no continuar leyendo. Pero pienso "Lo bueno empezará tarde o temprano, pero llegará" con esperanza. Continuo. El secreto de la protagonista, London Lane, condiciona bastante su vida, pero intenta hacer todo lo posible para que ésta sea normal. Sólo su madre conoce su secreto, y se ayuda de notas escritas para orientarse. 
El "enamoramiento fugaz de turno", llamado Luke, a medida que avanza, a pesar de ser tópico, resulta bastante agradable, y intenta ayudar a London en todo lo que puede. Es sencillo, a diferencia de otros "enamoramientos fugaces de turno" de otros libros, y su relación con London va haciéndose cada vez más verosímil (dentro de lo que cabe) y tierna a medida que el libro avanza. Cuando llega "la visión inquietante", el ritmo y la trama mejoran notablemente, hasta llegar a la cima en el final, dónde todo encaja, dejando una buena sensación. "Ha valido la pena continuar", pienso. Y para acabar de aderezar la tensión y incertidumbre de la situación, se añaden sub-tramas, cómo la discusión de Jamie con London, casos familiares, personajes chirriantes, amor, escenas de instituto...
Un inicio mediocre, asciende, y se desenvuelve con calma y gracia. No resulta perfecto, ni tampoco malo. Forgotten es un entretenido libro juvenil con aspectos bastante originales, que son sus grandes aciertos, y aspectos bastante típicos y vistos, que suponen sus grandes fallos. Es ideal para pasar el rato, porque la intriga está bien lograda, y tiene un ritmo veloz.
Valoración final: 7/ 10  5/10
Lo mejor: El curioso "don" de London, Luke, la manera en que todo encaja, la intriga.
Lo peor: Los tópicos, las primeras páginas, algunos personajes, el aire de instituto de serie de televisión.