"Un pasillo interminable brilla bajo la luz de los fluorescentes. Adolescentes se arremolinan ante taquillas decoradas por dentro a su gusto. Una chica vestida completamente de rosa, moviéndose elegantemente sobre sus tacones de última adquisición, recorre el pasillo acompañada de su fiel séquito. Abre su taquilla, forrada con pelo sintético fucsia y con fotos suyas tomadas por un prestigioso fotógrafo. Nadie se equivoca al decir que tiene potencial para ser modelo. Deposita los libros, que ni siquiera se plantea de qué son, se gira y dice "Chicas, osea, espero qué no faltéis a mi fiesta. Va a venir todo el instituto. Incluso he invitado al club de ajedrez. Pero lo que quiero decir es que ninguna- enfatiza haciendo un semicírculo con el dedo- se acerque al cómo se llame ése capitán del equipo de fútbol..." Una niña de primer curso de secundaria, tras sus enormes gafas, observa al grupo que tapa su puerta "Perdón... ¿Podéis apartaros? Necesito abrir mi armario". "Te aguantas, pringada". "Pero...". Se va corriendo al baño. "Uf, que cutrez" Sonríe para sus adentros. Se siente tan grande y perfecta en contraste con esa nadie..."
¿Por qué en las series intentan implantarnos en la mente qué éstas situaciones son reales? Puede que haya gente así, pero éso no hace que ésos casos se den siempre. La típica súper-pija que siempre va de rosa y acompañada de un grupito sin salsa ni vida que únicamente se dedican a adorarla. La típica niña que va con gafas y un día se las quita y se supone que la belleza vuelve a ella, el típico chico deportista popular, el típico graciosillo, los roqueros, la mala que acaba en la piscina o cubierta con alguna sustancia pringosa, el empollón que lleva pantalones con tirantes, gafas con celo y calcetines de rombos, el tímido, la niña normal y buena y dulce y ultra-perfecta, el grupo de amigas para siempre que triunfan con una canción y el mundo es maravilloso... Una sarta de tópicos que sirven de plantilla para todas las mismas series. Una sarta de tópicos que se han incrustado en nuestras vidas. ¿Si te gusta el rosa eres pija? ¿Si estudias tienes que llevar gafas? ¿Si llevas gafas tienes que ser feo? ¿Acaso importa si eres feo o dejas de serlo? ¿Si te pones a cantar, solucionarás todos los problemas de tu vida? ¿En los pasillos del colegio tienen que haber taquillas? ¿Estas tienen que reflejar la personalidad de su propietario? ¿Esto tiene sentido? ¿Sirve para algo? Una palabra de dos letras, adverbio de negación: no.
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